Más de mil quinientas personas avanzan hacia la frontera Agua Caliente, entre Honduras y Guatemala, este martes (15/01/2020), en la primera caravana de migrantes durante este 2020.
La población, proveniente de varios departamentos de Honduras, se concentró desde la tarde-noche de ayer martes para salir este miércoles desde muy temprano de la central de buses en San Pedro Sula, al norte de Honduras. Un grupo, al menos 300 personas, salieron ayer por la frontera de Corinto, entre las ciudades de Omoa en Honduras y Puerto Barrios en Guatemala, con la intención de avanzar en este largo recorrido que les espera hasta llegar a México.
La caravana está compuesta en su mayoría por jóvenes, quienes aseguran huyen de Honduras en busca de las oportunidades que se les niega, como resultado de la desigualdad, violencia, corrupción, pobreza e impunidad persistentes en el país.
Entre los primeros cientos de migrantes que llegaron a la Central Metropolitana de buses encontramos a Carmen y Emilia, dos jóvenes madres originarias del departamento de Comayagua. Ellas, entre lágrimas y con el frio de la noche lluviosa, dijeron que dejan a sus hijos e hijas porque llevan años buscando oportunidades que les permita alimentar a sus pequeños.
“Por redes sociales nos enteramos de la caravana. Siempre tuvimos la intención de migrar, pero ayer tomamos la decisión, con miedos y dolor por dejar a nuestros hijos, pero sabemos que es la única forma de sacarlos adelante. Por años hemos trabajado en el campo, ganando únicamente 100 lempiras diarios, (4 dólares), quién come con eso, cómo logramos sostener a nuestros hijos”, dijeron las jóvenes.
“Es duro despedirse de nuestros hijos, ellos quedaron llorando. Cómo explicarles a unos niños que sus mamás se van en busca de su comida, su bienestar”.
Los miedos de iniciar un camino incierto crecen cuando se es mujer. Esta caravana lleva muchas mujeres quienes hijos en brazo, escapan de la violencia inserta en sus hogares y comunidades. María del Carmen, residente en San Pedro Sula, en una de las denominadas colonias inseguras, huye de los maltratos y abusos de su esposo. “No estoy segura que pueda pasar la frontera porque no tengo el permiso de salida de mi hijo ni su pasaporte, pero debo intentar escapar de tantos golpes, tengo miedo de que me mate”, dijo aun con el susto de huir de su colonia.
Para Karla Rivas de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica, RJM, las razones por las que huye la ciudadanía son poderosas. Pese al endurecimiento de las políticas migratorias implementadas por el gobierno de Donald Trump la gente está saliendo, dijo.
“Las fronteras están militarizadas, el gobierno asegura que es parte del control que mantendrá para evitar incidentes, pero penosamente el gobierno olvida que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en el marco de las caravanas anteriores, dejó claro que la gente tiene derecho a migrar, están buscando salir de las condiciones de violencia y pobreza”, dijo Rivas.
Desde que se anunció la caravana en redes sociales y medios de comunicación, el régimen de Juan Orlando Hernández envió una advertencia a la población, misma que consiste en que no dejarán pasar de las fronteras a las personas que no lleven la documentación requerida.
El director de Asuntos Migratorios, Víctor Vega dijo en Radio Progreso que, este no es un protocolo extraordinario, sino algo que está estipulado en la Ley, y que también se aplicará a los extranjeros que lleguen al país o bien a otros hondureños que busquen dirigirse a la celebración del Cristo de Esquipulas que también coincide con la fecha de la caravana.
En horas de la tarde un grupo de migrantes que intentaban cruzar la frontera de Corinto fue dispersada con gas pimienta. Los jóvenes tuvieron que huir de la zona de aduana para evitar los efectos del gas. Más tarde se informó que unos 150 migrantes lograron finalmente cruzar la frontera.
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