Entre el 16 y el 19 de noviembre la región CANA de la RJM se reunió en su vigésima asamblea. Dos constataciones presidieron la conversación: 1: La migración forzada en la región presenta la imagen de un callejón sin salida, en base a una necesidad mayor de migrar por la operación creciente y compleja de causas y causantes, y a una posibilidad cada vez menor para la acogida, la protección y el acceso a derechos, regidas por políticas más restrictivas y un clima social en el que se fomenta rechazo y miedo hacia las personas migrantes; 2: Nuestra misión como red sigue siendo organizar la esperanza. Y ese fue el cometido de las más de 60 personas de distintas obras que nos encontramos la semana pasada, analizar conjuntamente la realidad migratoria de manera integral, medir nuestras capacidades (las propias y las de las alianzas existentes y potenciales) y en función de eso, con una misión de defensa clara, diseñar las acciones prioritarias para el 2022.
El análisis de la realidad llevó a algunas consideraciones:
- Necesidad de denunciar la contradicción entre prácticas políticas y discursos de la región.
- Las políticas migratorias no sólo las definimos nefastas por su carácter de contención, sino porque tampoco resuelven los problemas de fondo. La migración continúa por que las causas siguen expulsando a la gente.
- Evidenciamos la crisis por abandono de los sistemas de asilo en la región.
- La debilidad democrática, la crisis económica, la corrupción, la violencia generalizada, los atentados contra la casa común siguen operando y se agravan como causas y los planes para afrontarlos padecen de fórmulas ineficientes y actores poco confiables.
- Identificamos los flujos migratorios forzados que más nos desafían: El flujo histórico del norte de Centroamérica, el flujo nicaragüense, el flujo de diversos orígenes (incluidas personas haitianas, venezolanas, extracontinentales, cubanas, etc.), atravesando el Daríen y los flujos de desplazamiento interno forzado en México y Centroamérica, muchas veces invisibilizados de nuestra reflexión y acción.
De ahí el empeño de seguir organizando la esperanza, sin bajar los brazos, la mirada y el corazón tras 20 años de trabajo en red. Para ello exigimos:
- Impulsar en la región políticas adecuadas a las necesidades, perfiles y realidades de expulsión, tránsito y acogida.
- Incorporar de manera decidida el enfoque humanitario, de derechos humanos y abordar con eficacia las causas de la migración forzada en un marco de múltiples causas asociadas.
- Apostar por una integración, defensa y acceso a derechos real de las personas retornadas y de las personas migrantes forzadas.
- Insistimos en la necesidad, para nosotras como red, y para toda la comunidad política y social de atender con urgencia los lugares y flujos más vulnerables e invisibilizados, específicamente la frontera del Darién.
Puedes conocer con mayor detalle las conclusiones de la asamblea en el comunicado final. (descarga aquí).
La asamblea dio espacio también para celebrar y «redconocer» los 20 años de historia del trabajo de la RJM CANA. Con Rafa Moreno SJ, coordinador actual de la región, y con Yolanda González, del ERIC-Radio Progreso y antigua coordinadora regional en CANA repasamos los porqués de esta iniciativa en red, sus orígenes, sus aprendizajes y logros y también la proyección y desafíos que nos aguardan. En el espacio, Javier Cortegoso, coordinador de la RJM LAC, reconocía la enorme influencia y agradecía las luces que la región CANA ofrece al global del trabajo de la RJM en todo el continente.
En la asamblea se evidenció la necesidad de discernir sobre la participación directa de las personas desplazadas, migrantes y refugiadas en las dinámicas de red. Rafa Moreno nos recordaba lo que aprendíamos de ellas, desde ese enorme ejercicio de resistencia que supone la migración forzada. Aprendemos a tener sueños y a persistir de manera resiliente en alcanzarlos, aprendemos a organizarnos -en contextos tremendamente contrarios-, a organizar la esperanza, y aprendemos a emprender de forma creativa la búsqueda de la vida, de los derechos, de la justicia, de poder alcanzar la dignidad que se nos supone como seres humanos.
Los análisis, las decisiones, el repaso a los compromisos, los aprendizajes, todo lo compartido en estos días de asamblea, nos sirvió también para dar #OtroPassoMás, sumándonos a la campaña global de la RJM para el próximo 18 de diciembre, día internacional de la persona migrante. Puedes sumarte aquí y ver lo sencillo que puede ser colaborar en ella.
La asamblea de CANA ha estado participada por cerca de 30 organizaciones (obras especialistas en Migración y Refugio, Fe y Alegría, parroquias, albergues, universidades, centro de Investigación, de DDHH y Centros sociales, ONGS, etc.) y redes e instituciones que forman parte de la RJM o son aliadas, de 10 países de la región y con presencia de otros/as invitados/as desde Colombia, Perú, Haití y España.