Foto: Elida Cerrato, madre de Eva Noemí Hernández, una de las migrantes asesinadas en Tamaulipas, México.

Hace una década sucedió una de las peores masacres de las que se tiene registro en México. 74 migrantes fueron llevados a un rancho abandonado en el municipio de San Fernando en Tamaulipas. Allí los pusieron contra un muro y les dispararon. Entre las víctimas 23 hondureños, 14 salvadoreños, 13 guatemaltecos, 5 ecuatorianos y 3 brasileños.

A diez años de este horrendo crimen las familias de las víctimas y organizaciones de derechos humanos siguen reclamando justicia, verdad y reparación. A la fecha, no hay una sola persona sentenciada y ni una autoridad ha sido investigada, a pesar de los múltiples relatos que señalan la complicidad de funcionarios locales, según Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho.

¿Por qué los mataron?, ¿qué intereses están detrás de esta masacre?, ¿por qué no se investigan a las autoridades mexicanas? Son las grandes interrogantes de las familias y la sociedad en general ante en una de las masacres más grandes ocurridas a migrantes en ese camino mortal.

Radio Progreso les comparte el testimonio de doña Elida Cerrato, madre de Eva Noemí Hernández, quien a sus 26 años de edad decidió emprender la ruta migratoria para huir de la violencia que mató al padre de sus hijos, sin imaginar que su vida terminaría en manos de la banda criminal Los Zetas.


Fuente: radioprogresohn.net

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