La crisis migratoria sigue vigente en Honduras. Una nueva caravana de personas salió del país en búsqueda de un futuro mejor en Estados Unidos. Hombres, mujeres y niños apuestan sus esperanzas hacia lo incierto, luego de ser perseguidos por el fantasma de la violencia, pobreza, desempleo y el poco o nulo acceso a la salud pública.
Analistas coinciden en que hay dos factores que generan migración: violencia y pobreza. Datos del Banco Mundial dicen que Honduras cerró el año 2019 con cerca de 1.6 millones de personas viviendo en la extrema pobreza.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de los más de 9 millones de hondureños y hondureñas, 17.2% están en la pobreza extrema, los cuales viven con menos de 45 lempiras al día (menos de 1.90 dólares). El Banco Mundial manifiesta que ese 17.2% es la tasa de pobreza extrema más alta de América Latina sin incluir la de Haití.
Por otra parte, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), lamenta que la situación de violencia que vive el país, haya dejado como saldo en los últimos 19 años (2002-2019), más de 86 mil personas asesinadas, es decir, se registra una víctima cada dos horas, cuyos crímenes tienen una tasa del 90% de impunidad.
El economista y analista Ismael Zepeda, asegura que estos factores son cruciales y que generan migración, pues la crisis económica, la falta de oportunidades, los salarios bajos y el alto costo de la vida, solo producen mayor pobreza.
Asimismo, Zepeda lamenta la violencia e inseguridad que impera en el país, en el que en cualquier momento pueden asaltar a alguien o en el peor de los casos asesinar en alguna masacre.
Para Zepeda es importante que en el país se apliquen cambios profundos, pero esto solo sucederá cuando haya voluntad política, misma que no se ve por parte de la actual administración que dirige Juan Orlando Hernández.
Por su parte el economista Fernando García, se refiere a las políticas del actual gobierno durante los últimos años. Criticó la distribución desigual de los fondos y la falta de aplicación de programas orientados al desarrollo, generación de oportunidades y combate a la pobreza.
García puso de ejemplo el nuevo Presupuesto General para el 2020, el que va orientado a fortalecer la compra de armas, sostenimiento de estructuras militares y deja, por un lado, en segundo o tercer orden de prioridad, la atención a la sociedad y combate a la pobreza.
“Sin duda eso seguirá generando migración y el panorama no da muestras de que la situación cambie pronto”, dijo García.
Por años la violencia y la pobreza son factores generadores de migración, el Atlas de la migración en el norte de Centroamérica, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el número de hondureños y hondureñas que emigró para vivir en un lugar distinto al de su nacimiento aumentó en 95% entre el año 2000 y el 2010, una tendencia que se ha mantenido en los años subsiguientes.
El fenómeno migratorio en Honduras, al igual que en los demás países del Triángulo Norte Centroamericano, está directamente relacionado con factores socioeconómicos: la mayor parte de quienes migran en el país lo hacen desde zonas rurales, donde la pobreza alcanza el 82%, algo que se ve principalmente en los departamentos de Copán, Intibucá, La Paz, Lempira, Ocotepeque y Santa Bárbara.
La migración también está estrechamente ligada a la inseguridad y la violencia: en 2017, Honduras tuvo una tasa de 43 homicidios por cada cien mil habitantes, una de las más altas de Centroamérica, con un total de 3,791 homicidios en dicho año.
Honduras además se ha convertido en un país que se sostiene gracias a las remesas. El Atlas de la Migración, dijo en su informe que, el 8% de la población hondureña reside fuera del país, y las remesas que muchos de estos migrantes envían representó el 20% del Producto Interno Bruto PIB, nacional en 2016, cifras que han aumentado su tendencia hasta el 2019.
El sociólogo Eugenio Sosa, dijo que el país se dirige hacia un panorama nada prometedor, el cual solo nos deja claro que hay que producir cambios sustanciales, pues de lo contrario ninguna vara mágica podrá hacerlo.
Sosa recalcó que las características del actual gobierno nos muestran que la situación en el país seguirá profundizándose, con altas intenciones de seguir invirtiendo más en armas y menos en la gente, esto sin duda se convertirá en pobreza y migración.