Este 8 de marzo, reconocemos las luchas de tantas mujeres en movimiento por la dignidad, las mujeres de fe, las mujeres indígenas, las que dicen no más a las violencias, las que trabajan en casa y las que además trabajan fuera de ella, las que ejercen cuidados, las activistas, las campesinas, las niñas y adolescentes, las madres, la abuelas, las tías, las mujeres migrantes en tránsito, aquellas que sufren desplazamiento interno, las que son deportadas, todas las mujeres.