El obispo de la Diócesis de Danlí en El Paraíso, Monseñor José Antonio Canales, denuncia que la población migrante de Cuba, Sudamérica y mayoritariamente de Haití, es víctima de tratos inhumanos por parte de la policía, el ejército y el Instituto Nacional de Migración en Honduras.
Los migrantes están cruzando por puntos ciegos en el sector montañoso de Trojes. Viajan sin dinero y sin documentos porque huyen de la realidad de pobreza y violencia que se ha agudizado por la pandemia en sus países.
La parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Trojes, recibe a diario un promedio de 30 a 50 migrantes haitianos que luchan por llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, sin embargo, su paso por Honduras se convierte en una pesadilla porque están siendo extorsionados hasta por las autoridades.
Monseñor expresa su preocupación y le recuerda al gobierno que Honduras es firmante de tratados internacionales en materia de derechos humanos, por ende, debe garantizar un tránsito seguro para población migrante.